La familia es el lugar donde se es querido y aceptado sin condiciones, el lugar ideal para nacer, crecer y morir como persona. Es un hecho que la dinámica socio-laboral y las actuales formas de vida están dañando mucho a algo que debiera ser defendido por toda persona responsable.
¿Cómo podemos potenciar nuestras familias? No hacen falta grandes acciones, bastaría con algunas medidas sencillas de llevar a cabo con un poco de voluntad como por ejemplo comer o cenar en familia.
En un estudio de Marla E. Eisenberg de la Universidad de Minnesota se llega a la conclusión de que en las familias que realizan una comida diaria juntos es muchísimo mejor la relación padres-hijos, mejora la calidad del estudio de los adolescentes y disminuye el número de consumidores de drogas y alcohol, además de reportar otros beneficios cómo la prevención de la anorexia, la bulimia y la obesidad .
Me parece lógico ya que aprovechar las comidas familiares para hablar favorece el respeto por escuchar al otro, la facilidad de palabra, el aprendizaje de virtudes y crea lazos personales fuertes así como raíces y recuerdos familiares que acompañan toda la vida.
Creo que merece la pena renunciar a hacer otras cosas a cambio de vivir estos momentos de familia.
Responder