Afirmaba Chesterton que la mayoría de los hombres y mujeres tenían la suerte de casarse con la persona a la que amaban, pero que sin embargo tenían mas suerte los que aman a la persona con la que están casados. Como le dijo el Canciller Bismarck a su esposa, una mujer que creia no estar a la altura de su esposo : “Querida, me he casado contigo para amarte”.
Quizás en esto estribe el exito de un matrimonio: casarse para amar al otro y no solo por estar enamorado en ese momento.
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