Afirmaba Niestze : "el que tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo". Muchos han sido los autores que han buscado esos porqués. Hoy me gustaría destacar a Victor Frankl, psiquiatra austriaco que sufrió los campos de exterminio nazis.
Frente a la idea de Freud de que el motor del actuar humano es el "afán de placer", Alder propuso el "afán de poder" y Frankl, la busqueda de sentido de la vida.
Su encierro en Auschwitz y su trato con los demás presos le confirmaron en sus teorias de que lo que mueve al hombre es encontrar sentido a la vida. Pudo comprobar cómo quienes no encontraban sentido a lo que les ocurria o no se ilusionaban con un futuro mejor se dejaban morír.
Frankl publicó éstas ideas en un libro titulado "El hombre en busca de sentido" un relato conmovedor y a la vez optimista y vital que recomiendo para éste verano.
También aconsejo ese libro, aunque lo que se tiende a vivir es «afan de poder» o «afan de hacer lo que me apetece» ambas posiciones, contradictorias, generan violencia porque habrá conflictos de poder (ya los hay entre las autonomías) y conflictos de intereses (cada vez más violentos en las luchas callejeras, en las mafias importadas, en el control de la «coca» en España). Todos esos males tienen un causante, y no es el gobernado, porque se le votó como garante de una constitución, no como disolvente.
Si lo encuentro lo leeré este verano.