Es en el campo de la educación de la voluntad en el que los padres podemos influir de manera decisiva. Podemos hacer mucho mas de lo que pensamos para que nuestros hijos actúen libremente haciendo aquello que realmente quieren hacer.
Sin duda podemos ayudar a nuestros hijos en el cultivo de su inteligencia pero es en la consecución de hábitos cotidianos donde mas podemos influir y, por tanto, donde debemos volcar nuestro esfuerzo. En este ámbito de la educación de la voluntad se dan dos aspectos que considero capitales: los criterios de vida y los modelos familiares. Ambos me parecen fundamentales para la consecución de la felicidad.
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