En el mundo de la empresa está muy de moda la figura del coach, algo parecido a un entrenador personal. Ya que el cambio es consustancial al ser humano y que es imposible la quietud de estado, sólo a quienes reconocen la necesidad de cambio y reaccionan les resulta más sencillo alcanzar la plenitud personal.
Al hacer estas afirmaciones no estoy pensando exclusivamente en gestores o directivos sino en personas de cualquier condición, no estoy pensando solo en el mundo de la empresa o las finanzas, sino en la vida misma.
Un coach ayuda a su cliente a fijarse metas y a alcanzarlas, le ayuda a centrarse en lo importante. Ayuda a descubrir nuevos retos y a buscar la motivación para mejorar y hacerse responsable de la propia vida.
¿En qué se centra un buen coach? ¿Cuáles son sus palancas para ayudar al pupilo a avanzar? Creo que la base es reforzar las creencias y la confianza en sí mismo, descubrir las potencialidades, orientar para fijarse metas personales y exigir.
Hace unos meses una amiga me propuso escribir parte de un libro sobre vidas de santos. Se trata de un proyecto en el que participamos 45 personas y en el que cada participante escribe sobre uno. Yo he elegido la figura tan entrañable del cura de Ars y como el espacio que he tenido para escribir es más bien reducido, me he centrado en su carisma de confesor.
Hacerlo me ha llevado a redescubrir la grandeza y utilidad de un buen confesor. Alguien que, además de lo más importante que es el perdón de los pecados, te ayuda a reforzar tus creencias, descubrir tus posibilidades de mejora y hacerte responsable de tu vida. ¡Caramba! me he dicho. Si tengo un coach fantástico ¡y no me cobra nada!
El libro se titula «Los que encendieron nuestra fe» y se presentará a mediados de abril.
Si la gente fuera consciente de la necesidad de tener un coacher «espiritual» en lugar de tantas terapias de grupo, psicólogos, sexólogos,… a todos nos iría mejor.
Mi coacher viste a diario con sotana y alzacuellos y estoy encantado con él. Siempre que lo necesito está ahí. De él recibo los mejores consejos, su bendición y perdón cuando hace falta, y… además, no me cobra por sus servicios…
Muy bueno tu artículo Anibal. Ánimo y a seguir en esta línea.
Muchas gracias Bartolomé, el mio tambien lleva sotana y alzacuellos ¿será una moda? jajaja
Una moda que para muchos nunca pasa ni en tiempos revueltos.. ¡Yo también tengo un coach fantástico!
Me ha gustado enormemente tu comentario,y testimonio y trabajo que estais haciendo además soy un seguidor fiel y devoto del Santo Cura de Ars.Me podrían informar cuando salga el libro.
Muchas gracias Paco por tu comentario. El libro se presentará el 16 de abril a las 8 de la tarde en los salones parroquiales de la Iglesia de la Concepción en la calle Goya de Madrid. Lo edita eiunsa. Saludos