Hace unos días coincidí con un amigo al que hacía tiempo que no veía. Al preguntarle que tal le iba me contestó «Bien pero sin presumir», los dos nos echamos a reir. Luego pensé que existen personas a las que les va bien pero no solo no presumen de ello sino que ni se dan cuenta. La rutina hace perder la ilusión y provoca la falta de agradecimiento, roba la alegría y puede provocar que lo que va bien se tuerza.
Lo recordaba el sábado cuando hablé a un grupo de matrimonios sobre «la comunicación como fundamento del amor conyugal». Les decía que para vivir un buen matrimonio es muy importante ser capaces de comunicar cinco ideas a nuestra pareja:
1/ Tú me importas mucho 2/ Eres lo primero en mi vida 3/ Me ilusiona nuestro matrimonio 4/ Deseo ser mejor para hacerte feliz 5/ Nunca abandonaré esta aventura
Comunicar no se limita a hablar. No se trata de repetir al oido de nuestra mujer o marido estas ideas, mucho más importante es demostrarlo con el comportamiento cotidiano. Solo después de demostrarlo con hechos se puede confirmar con la palabra. Comportamiento y palabra deben coincidir para reforzar el mensaje y hacerlo creíble.
Excelente muy importante a pesar de la rutina, que se presenta y los conflictos del diario vivir es necesario recordarse ambos lo importante que es cada uno